En exhibición

El Museo de Arte Colonial de Caracas es un gran ejemplo de las costumbres que tenían  las familias pudientes de la época colonial y exhibe, gracias a su decoración, infnidad de piezas que poseen gran valor histórico. Cada sala de La Quinta Anauco posee una decoración particular y se define por los elementos que contiene, entre ellos: pinturas, esculturas, alfombras y muebles.


Pintura
Inmaculada Concepción.
 Por Juan Pedro López. 
La colección de Pinturas del Museo de Arte Colonial de Caracas consta de unas 97 obras.
El arte de la pintura al principio del período hispánico se vió limitado por escaso número de pintores. Aparte de los pintores de la capital, se localizan también escuelas importantes en El Tocuyo y en Mérida. Los sujetos se reparten entre el retrato, del cual el Museo tiene excelentes muestras, y el tema religioso.
Destacan los nombres de Francisco José de Lerma y Villegas, José Lorenzo Zurita, Francisco Contreras y el prolífico Juan Pedro López , abuelo del gran humanista Don Andrés Bello, de quien el Museo tiene una buena representación de obras, y la llamada Escuela de los Landaeta.

Escultura
La escultura, siempre de tema religioso, tiene muestras de gran significación en las colecciones del Museo. Destacan los nombres de Juan Pedro López, también dedicado a la escultura y José Francisco Rodríguez, alias El Tocuyano.

Mobiliario
La colección de muebles que se exhibe en el Museo de Arte Colonial es la más extensa y representativa del período hispánico. Cuenta alrededor de 224 piezas y se divide en tres períodos: Barroco, Rococó y Neoclásico.


Biblioteca inglesa. Foto: Vanessa Valdes.
Siglo XVII
A comienzos del siglo XVII los tipos de muebles eran muy limitados: se reducían a la cama, el banco, la silla, la mesa, el arcón y el escaparate, con un estilo derivado del barroco español con ciertas influencias mudéjares. Eran muebles con proporciones chatas y cuadradas cuya característicaa principal era la austeridad y la severidad. Las mesas se hicieron primero con patas torneadas y luego con patas onduladas terminadas en espiral. Estas últimas eran llamadas "mesas de pies volteados". Los escaparates y las chambranas de las mesas, así como las hojas de ventanas y puertas, se adornaron con chaflanes o cuarterones.

Siglo XVIII
Más adelante, con el creciente comercio impulsado por la Compañía Guipuzcoana, y con la presencia de una nueva inmigración, comienza a notarse la influencia de la moda francesa. Las líneas se hicieron más sinuosas y asimétricas, y las porciones más altas y elegantes, acordes con la altura de los techos. Los muebles pintados y dorados se popularizaron durante casi todo el siglo XVIII y su uso derivaba de la imitación de los muebles laqueados orientales. Eran hechos generalmente de cedro el cual, por su apropiada porosidad, podía recibir el yeso y luego ser pintado. En este trabajo de tallado y pintado de muebles, destaca en Caracas la figura de Domingo Gutiérrez, tallista y ebanista canario introductor del estilo rococó, cuya influencia se prolongó hasta los últimos años del siglo XVIII.

Closet y butaca. Foto: Vanessa Valdes.
El diseño del mobiliario en Venezuela, como en toda provincia de España, estaba siempre inspirado en la moda europea con las variantes e interpretaciones locales que le dan sus características propias sin embargo, la única excepción fue la creación del diseño original y local de un mueble caracterizado por un espaldar y asiento inclinados para proporcionar una posición más cómoda al cuerpo humano. Esta pieza de mobiliario se conoció desde el siglo XVII y aún se conoce con la voz original del cumanagoto(Butaca)

Hacia finales del Siglo XVIII, las referencias del mundo clásico se reflejan en el arte como una reacción al estilo rococó. Los diseños tomaron un carácter arquitectónico y simétrico con predominio de la línea recta. El ebanista Serafín Antonio Almeida se destaca como uno de los impulsores tanto del nuevo diseño del mobiliario como de las técnicas para su elaboración. Se descarta la talla y se le dá más importancia a la madera pulida. Las estructuras de cedro se recubrieron entonces con chapas de gateado incrustrándolas con filetes y otros adornos hechos en madera de carreto. Almeida aparece como abanderado de la llamada Escuela de Marquetería de Caracas, la cual desarrolló el estilo neoclásico con una interpretación local muy particular.


Sagrario para llevar el viático. Foto oficial.
Platería
La platería constituyó una de las manifestaciones más importantes durante el período hispánico venezolano.
Desde la segunda mitad del siglo XVI, gran cantidad de plateros desarrollaron su arte, fundamentalmente en Caracas y alcanzaron su apogeo en la segunda mitad del siglo XVIII. Trabajaban con plata mexicana, negociada en intercambio por cacao.
Fue una producción de piezas civiles y religiosas. Las piezas de orden civil desaparecieron casi por completo al ser fundidas en 1814 para sufragar los gastos de la Guerra de Independencia.Destacan los nombres de los plateros Sebastián de Ochoa, Pedro Ignacio Ramos, Domingo Tomás Núñez, Luis Vicente López y Pedro Fermín Arias, entre otros, todos agrupados en un solo gremio que permitió continuidad y tradición en la obra. Total 95 piezas


Colección de Platería en la Alacena del Comedor.
Foto: Vanessa Valdes.
Cerámica
Las colecciones correspondientes a la cerámica, en su mayor parte compuestas por piezas importadas de China, España, Holanda, Inglaterra y México, ilustran los usos, hábitos y costumbres del período hispánico. Existen un total de 120 piezas.

Vidrio
El Museo exhibe una colección de 64 piezas de la Real Fábrica de San Ildefonso de La Granja, de la segunda mitad del siglo XVIII, en las que destacan varios vasos y jarras, botellas, saleros y platos, todo tallado a la rueda y dorado al fuego. Además de varios fanales y guardabrisas de la fábrica de Val-Saint-Lambert, Bélgica.