Arquitectura

Corredor Interior. Foto: Vanessa Valdes.
El diseño de la Quinta de Anauco, sede del Museo, corresponde a las típicas construcciones de estancias ubicadas cercanas a la ciudad y sigue características de la arquitectura civil venezolana del Siglo XVIII. En aquella época estaba rodeada de jardines ornamentales y algunas  siembras de café, caña y árboles frutales.
La planta está constituída por un cuerpo central de forma rectangular, con dos patios interiores, corredores y dos caballerizas. Esta planta y su distribución derivan de las  construcciones andaluzas.


Vista del tejado desde el segundo piso.
Foto: Vanessa Valdes.
Los techos de toda la casa son de caña amarga sostenidos por viguetas de mangle. Sólo los techos de los corredores principales y el corredor exterior son de madera de cedro, con el sistema llamado de pares y nudillos, consistente en tablas sostenidas por vigas cuadradas. En el interior de las habitaciones se pueden observar los cielos rasos de yeso, característicos de fines del Siglo XVIII. Los corredores están hechos utilizando el sistema adintelado. Este sistema se caracteriza por vigas horizontales apoyadas sobre zapatas, las cuales se apoyan a su vez sobre columnas cilíndricas inspiradas en el orden toscano.

Las paredes fueron construídas con el sistema de tapia y rafa, consistente en tierra pisada con cal y piedra y refuerzos intercalados de cal y canto. En algunos casos las paredes están adornadas con murales y zócalos estarcidos o cintas de colores.


Ventanas laterales. Foto: Vanessa Valdes.

Los pisos están cubiertos de panelas de ladrillo cocido de forma hexagonal o cuadrada. En los patios hay grandes piedras rosadas, llamadas de mollejón, traídas de España como lastre en los barcos. Las hojas de puertas y ventanas son de madera de cedro pintadas en dos tonos de verde. Se abren por medio de goznes de hierro y tienen cerraduras y pasadores también de hierro forjado.

Las ventanas principales muestran rejas de hierro voladas apoyadas sobre repisas y cubiertas con un pequeño techo llamado guardapolvo. En su interior y en el espesor de la pared se encuentan los llamados poyos que son dos asientos ubicados a cada lado de la ventana.